Mediante entrenamiento personal o con el método Pilates adaptado a embarazadas conseguimos encontrar un equilibrio en el que la mujer puede seguir realizando una actividad física controlada y regular a la vez que el fisioterapeuta realiza una preparación terapéutica para el parto y la rehabilitación posterior.
El objetivo del ejercicio hipopresivo es lograr una disminución de la presión intraabdominal, combinando distintas posiciones corporales con la respiración, consiguiendo beneficios terapéuticos, tanto a nivel respiratorio como postural.
El método Pilates, creado a principios del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates, nace como una combinación de ejercicios en los que su fundamento principal consiste en la unión del control del movimiento corporal, la respiración y la eficiencia de cada movimiento para lograr el equilibrio y correcto funcionamiento de la columna vertebral.
Se puede definir como aquel que dura más de 3 meses desde el episodio desencadenante, que persiste tras remitir su causa y/o que se repite de forma continuada en el tiempo. Ante esta situación, la persona que lo sufre suele reaccionar con conductas de evitación que, además de no solucionar el problema, acaban provocando una mayor pérdida de la función y un desacondicionamiento físico generalizado.
Cuando se produce una lesión, sea de la naturaleza que sea (muscular, articular, ligamentosa, ósea o neural) llevará asociada, además del propio daño en el tejido, una serie de reacciones compensatorias que podrán retrasar la recuperación, aumentar las probabilidades de recaída e incluso la aparición de nuevas dolencias. Para evitarlo, dividiremos el proceso en 2 fases, que confluirán en el tránsito de una a la otra.